martes, 28 de abril de 2009

FLORES CONTRA EL SUSTO


Fui a ver "La teta asustada" hace algunos días, sin duda será una película que nos ayudará no sólo a reflexionar sobre la época del miedo que vivió nuestro país, sino también a poner sobre el tapete los miedos personales que nos enmascaran a los peruanos y que nos impide construir una sociedad con una memoria más justa y feliz.
Muy poética e inteligentemente, Claudia Llosa ha sabido plantear el tema que aún nos duele como peruanos y que Magaly Solier ha interpretado notablemente. Ambientada sobre todo en las zonas marginales de Lima, con personajes que a su manera han logrado sobrevivir a los avatares de la pobreza, la violencia y la injusticia, esta película peruana se constituye como un canto contra el miedo a ser felices.
La protagonista es Fausta, cuya madre al inicio de la película muere cantando una canción en quechua en la que expresa todo su dolor producto de la violación sufrida por los agentes del terror. Ese miedo, según una creencia andina, es transmitido a su hija que lleva en el vientre, lo cual hace de esta un ser sin alma, que se introduce una papa en sus entrañas para protegerse de cualquier daño.
Para obtener dinero y así poder viajar a enterrar a su madre en su pueblo, Fausta tiene que trabajar como empleada en la casa de una mujer de una clase social mejor posicionada, pero también perturbada. Ahí experimenta el abuso y el engaño cuando las perlas no le son entregadas como se lo había prometido la dueña por las canciones que Fausta inventaba para mitigar su pena y que la otra saca provecho para su concierto. Pero ahí también conoce al jardinero con quien se comunica en su lengua materna y quien finalmente la ayuda a recuperar su humanidad.
El entretejido simbólico presente en la película nos lleva a pensar que después de tantos caminos de desencuentros y pesares hay uno que finalmente nos llena de esperanza: el mar, símbolo de la liberación, de la opción por la vida. Ahí Fausta enterrará a su madre, ahí nuevamente su mirada florecerá como un capullo de flor de papa que se abre hacia el sol.

miércoles, 8 de abril de 2009

WARMI


Ayer compré WARMI, el CD de Magaly Solier, la famosa actriz ayacuchana de "La teta asustada", ganadora del Oso de Oro en el Festival de Cine de Berlín de 2009. Lo escuché varias veces y realmente me gustó mucho. Está compuesto por nueve canciones más dos que pertenecen a la película "Madeinusa". Las canciones siguen una secuencia y tienen como personajes a mujeres. Está contextualizado en la época posterior al terrorismo, de ahí el dolor que se desprende de las canciones, pero además en estas hay un fuerte sentimiento hacia las mujeres maltratadas por los varones. Maribel es la protagonista y asume ese rol fuerte que cuestiona tal situación.
Las canciones están escritas en quechua y se intercalan con el español. La voz de Magaly es realmente bella y qué decir de los acordes andinos. Esta música nos traslada a la magia del ande peruano, a nuestras raíces más profundas, las más tristes y las más alegres, porque así son las canciones de Magaly Solier, alegría y tristeza que brota de su música como un suave viento que susurra en nuestros oídos: "...viento que corres sin rumbo.../ ¿por qué eres tan cruel?/ ¿acaso sientes envidia de los bosques y praderas? / ¿por qué a ti no te pueden tocar? / ¿por qué a ti no te pueden mirar? /pero gracias a ti se pueden sentir el aroma de las praderas/ de los campos y rosales..."