lunes, 31 de diciembre de 2012

OCHO DESEOSAS MANDARINAS

El 2013 lo recibo con mucha esperanza y alegría por ello agradezco a Dios por todo lo que me ha dado. El 2012 ha sido un año de tranquilo recogimiento, inconscientemente lo llamé el año del cangrejo. Los pasos que di hacia atrás me permiten hoy avanzar con fuerza y mucho optimismo en el futuro.
Este arbolito con ocho mandarinas lo encontré casualmente. Me encantó a simple vista. La amable vendedora me explicó su significado en la cultura china y a través de una búsqueda rápida en internet leí que representan la energía perfecta del buen Feng Shui. Dice también que simboliza la prosperidad y que casi nunca falta en los hogares chinos. Por ello tampoco ha de faltar en mi hogar.
Cada mandarina la asociaré con un verbo que será a su vez un deseo, una acción que he de cumplir. Tres de ellos son constantes en mi mapa biográfico:Escribir, leer, viajar; los cinco restantes le dan un toque especial a mi existencia y los pediré a la medianoche acariciando el árbol de la vida.