Este arbolito con ocho mandarinas lo encontré casualmente. Me encantó a simple vista. La amable vendedora me explicó su significado en la cultura china y a través de una búsqueda rápida en internet leí que representan la energía perfecta del buen Feng Shui. Dice también que simboliza la prosperidad y que casi nunca falta en los hogares chinos. Por ello tampoco ha de faltar en mi hogar.
Cada mandarina la asociaré con un verbo que será a su vez un deseo, una acción que he de cumplir. Tres de ellos son constantes en mi mapa biográfico:Escribir, leer, viajar; los cinco restantes le dan un toque especial a mi existencia y los pediré a la medianoche acariciando el árbol de la vida.