miércoles, 28 de abril de 2010

LA CIUDAD Y LA VIDA

 
Ahora que se aproximan las elecciones municipales, es bueno reflexionar sobre la ciudad.  Siempre soñamos con vivir en un lugar diferente, armonioso y bello, casi como los sueños; sin embargo, la realidad dista mucho de ese deseo. La delincuencia, la contaminación, la pobreza, etc., generan un malestar que se percibe cada vez que salimos de nuestras cómodas casas y recorremos las calles.
¿Cómo podemos cambiar esa situación? Quizá hay que imaginarla de manera diferente. Pensemos en otras ciudades, Medellín, por ejemplo, que en la década pasada fue considerada la ciudad más violenta del mundo. Ahora esta bella ciudad  colombiana es más bien el símbolo del progreso no solo material sino espiritual, Ahí renace la esperanza de que es posible cambiar las condiciones de vida de las personas. Sus autoridades son conscientes del rol que juega la educación y la cultura para lograr tal cometido. Si nuestras autoridades priorizaran este aspecto, nuestra ciudad y el país entero quizá se aproximarían un poco a lo que soñamos para nuestros hijos, nuestras familias y amigos, para nosotros mismos.

jueves, 22 de abril de 2010

GASTROMANÍA

He vuelto a las ollas, los manteles y los platos. Mis manos otra vez acarician las verduras, las carnes y las frutas. He vuelto a leer los recetarios guardados en la alacena. He buscado por doquier los ingredientes. Simplemente, he vuelto a cocinar.
Es una experiencia maravillosa volver a perderse en los sabores dulces y salados. Imaginar el primer bocado en los labios de las personas que se quiere, sentir con ellos la sazón concentrada, compartir la mesa, es dar algo de una misma en cada plato.
También la inspiración vuelve removiendo un guiso o un postre. Damos vueltas a los temas. Un poco de sal, algo de pimienta y mil especias traídas de remotos parajes inventados. Se sazona, se prueba, se escribe. Un sabor con aroma mío que llega a otros labios que me sonríen complacidos.

lunes, 19 de abril de 2010

SHAH MAT

Shah mat en árabe significa "el rey ha muerto". Es el jaque mate final y rotundo. Junto al rey los alfiles y peones yacen sobre el tablero. La reina desde su blanca torre ve horrorizada la escena. También ella se encuentra sitiada por las piezas adversas y sus níveos caballos no pueden rescatarla.  Cruel e implacable, la otra reina persuade al rey negro para confinarla en su propia torre. Será la prisionera, el preciado botín de guerra de los enemigos de su rey muerto. Su lenta agonía será la  victoria final para ellos. La reina no puede contener sus lágrimas cuando ve que sus fieles caballos son atropellados por los alfiles negros. Sola en su torre ve desplazarse a las piezas rivales como sombras merodeantes. A ella también quieren ensombrecerla y hacerla suya. Quizá el rey muerto también ya es de los suyos, porque en el reino de la oscuridad nadie se salva de la nebulosa negra. Pero la reina se resiste a morir. Para ella el juego no ha terminado. Vencerá a la muerte con su manto blanco.

viernes, 16 de abril de 2010

NIÑA LEYENDO

Al pie del cerro Santa Lucía en Santiago de Chile hay una hermosa escultura que representa a una niña leyendo. Pienso en el artista. Lo veo fascinado por su musa infantil. A ella la imagino distraída e inquieta como cualquier persona a esa edad. Salta, corre y grita. El taller estalla de felicidad, pero el artista necesita la quietud de ese cuerpo pequeño y el silencio necesario para comenzar su obra. ¿Cómo se puede detener el tiempo y plasmar la belleza?
De pronto la niña disminuye su febril ritmo. Camina despacio y va cogiendo los objetos que utiliza el escultor. Los observa detenidamente. Sus juguetes no son así.  La niña prosigue su recorrido. En ese lugar hay algo que llama poderosamente su atención. Lo toma entre sus manos. Es un libro. Sus dedos se deslizan por cada hoja. Hay una historia que leer. Las manos de artista no pierden tiempo. De inmediato coge su cincel comienza a dar forma a esa historia.

domingo, 11 de abril de 2010

MIRADA DE MUJER

En Arequipa existen varios miradores desde donde se puede apreciar la belleza de la ciudad, sin duda los más famosos son los de Yanahuara y Sachaca. Sin embargo, la azotea de cada casa se constituye ya en un mirador particular. Cuando era niña todas las noches  subía al tercer piso de mi casa y me gustaba ver cómo toda la urbe se encendía y reposaba en un silencio nocturno. Desde ahí yo veía crecer a la ciudad.
Han pasado varios años y esa costumbre persiste, pero ahora lo hago desde otro lugar distante al de mi infancia. La ciudad sigue encendida. Sus luces no aplacan su alma nocturna ni su aire crepuscular. La ciudad duerme impasible al pie de un volcán. Su sueño es demasiado profundo. El alba tardará en llegar.