domingo, 10 de noviembre de 2013
VENTANA DE MI FACULTAD
La tarde desde esta ventana tiene una belleza especial. Contemplo extasiada la copa de esos árboles con nidos de pájaros errantes. Sus ramas dibujan mil caminos que seguir en ese cielo siempre luminoso que me acompaña en la clase de ensayo. A menos de doscientos metros hay una avenida insoportable que contrasta con la paz que ofrece el parque de la Facultad, ahí Vallejo medita. Su mirada se pierde entre los árboles. Él no tiene una ventana, anda fuera, libre, a veces se extravía y lo encuentro apoyado en el tronco de un ciprés. No dice nada, sus versos lo dijeron todo.
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