No sabía realmente cómo titular esta entrada de mi blog, al que he vuelto luego de algunos años. Lo último que escribí justamente era sobre el retorno de mi pequeña sobrina Arianna a su bella Italia. Este país desde hace más de una década ya forma parte de mí, porque precisamente una parte de mi vida se encuentra allá. Mi hermana menor, Bertha, partió junto a muchas de sus amigas enfermeras desde Arequipa al viejo continente para trabajar en una de las profesiones más nobles que puede existir, y justo hoy, cuando atravesamos uno de los momentos más duros de nuestra historia como humanidad, ellas, las enfermeras peruanas junto a otras venidas de distintos países y junto a los médicos, se han convertido en ángeles que están luchando valientemente contra el coronavirus en los hospitales italianos, como lo muestra esta bella ilustración de Franco Rivolli.
El primer ministro Giusseppe Conte ha salido al frente de los italianos y les ha dicho: "Restiamo distanti oggi per abbracciarci domani" (Mantengamos la distancia hoy para poder abrazarnos mañana). Estas palabras además de profundas, resultan muy oportunas en estos momentos en nuestro país, donde el virus ha comenzado también a propagarse. Volvamos a abrazarnos cuando este mal haya pasado, mientras tanto sigamos todas las instrucciones que nos vienen dando las instituciones sanitarias y educativas como, por ejemplo, lavarnos las manos correctamente. Cuidémonos a nosotros mismos y cuidemos a nuestros seres queridos, así también estamos cuidando a nuestro prójimo.
Desde aquí, a la distancia, yo abrazo a mi hermana Bertha y a toda su gran familia, y con ellos a todo Italia. Esa tierra maravillosa pronto renacerá y expandirá nuevamente su legado cultural de siglos y siglos de historia, y Arianna también volverá a darme un infinito y tierno abrazo luego de su largo y ansiado viaje al otro lado del Atlántico de la mano de sus amados padres.