¿Los 15 años representan una edad crucial para una adolescente actual? La fiesta en un gran salón, el viaje a un lugar especial, un regalo supercaro, etc., son el sueño de las jovencitas de esa edad, quizá no ha variado mucho ese deseo a lo largo de estas últimas décadas, lo que sí ha cambiado es la forma cómo se festeja ese momento. La "mentalidad barbie" parece haber alcanzado cimas insospechadas y sin querer hemos caído en la trampa embelesada de un mundo de fantasía.
Mi hija se alista para ir a su primera fiesta. El vestido corto, los zapatos, los accesorios y el peinado han sido su preocupación en las últimas horas, los otros días solo pensaba en su guitarra eléctrica. La veo linda, sonriente y feliz. Sus amigas lucen igual. Pronto serán quinceañeras y sentirán que el mundo entero aplaudirá su baile primaveral. Luces, aplausos y bombardas en el cielo. La fiesta ha comenzado.
Transcurre la noche. Mientras espero su regreso, en la pared de su cuarto veo pegada la imagen de Mafalda. La niña de abundante cabellera con su rosada pijama se presta a dormir. En el día ha lanzado mil improperios contra el mundo. Ahora descansa y seguro mañana hará otra vez de las suyas. En eso llega mi hija. La fiesta ha terminado. Dice que todo estuvo súper y que los quince son lo máximo. Se echa en su cama y coge de inmediato el sueño. Mañana al despertar se habrá olvidado de la fiesta. Volverá a desordenar su abundante cabellera y hará de las suyas. Cogerá su guitarra eléctrica y tocará con toda su alma.
viernes, 23 de julio de 2010
sábado, 17 de julio de 2010
JULIE&JULIA Y YO
Meryl Streep es mi actriz favorita. Creo que es una perla en medio de tantos ostiones que abundan en Hollywood. La última película que vi donde ella actuaba se llama Julie&Julia. El nombre de la cinta proviene de la historia de dos mujeres intercomunicadas en el tiempo a través del arte de la cocina: Julie Powell, una joven esposa que decide escribir un blog sobre sus experiencias en torno a un famoso libro de Julia Child, quien a su vez revolucionó el arte de la cocina en EEUU en la primera mitad del siglo veinte, interpretada magistralmente por Meryl Streep.
Si bien, el rol femenino que ambas interpretan va asociado a algo tan tradicional como la cocina, el ingrediente que hace sabrosa la película es la actividad que ambas ejercen adicionalmente: la escritura. Julia y su libro "Mastering the Art of French Cooking", y Julie y su blog, son pues muestras como los sabores y olores adquieren consistencia cuando mezclamos la palabra con el afecto.
Hoy recordé esa película mientras conversaba con una nutricionista. Mientras ella me daba el menú para toda una semana y me explicaba cómo preparar ciertos platos, pensé en lo fría que puede resultar una sopa o lo amargo que se puede volver un postre si cuando los preparamos no hemos puesto algo de entusiasmo. La verdadera sazón no está en la receta, ni en los ingredientes, ni en la experiencia de quien cocina, sino en el cariño que ponemos al preparar la comida. El gusto también es un asunto de sensibilidad hacia quien está dispuesto a compartir nuestra mesa.
Si bien, el rol femenino que ambas interpretan va asociado a algo tan tradicional como la cocina, el ingrediente que hace sabrosa la película es la actividad que ambas ejercen adicionalmente: la escritura. Julia y su libro "Mastering the Art of French Cooking", y Julie y su blog, son pues muestras como los sabores y olores adquieren consistencia cuando mezclamos la palabra con el afecto.
Hoy recordé esa película mientras conversaba con una nutricionista. Mientras ella me daba el menú para toda una semana y me explicaba cómo preparar ciertos platos, pensé en lo fría que puede resultar una sopa o lo amargo que se puede volver un postre si cuando los preparamos no hemos puesto algo de entusiasmo. La verdadera sazón no está en la receta, ni en los ingredientes, ni en la experiencia de quien cocina, sino en el cariño que ponemos al preparar la comida. El gusto también es un asunto de sensibilidad hacia quien está dispuesto a compartir nuestra mesa.
jueves, 15 de julio de 2010
BAJO LA LÁMPARA
"Cuando se recuerda un lejano pasado de trabajo, se repiensan las numerosas, pero monótonas imágenes del trabajador obstinado, leyendo y meditando bajo la lámpara, uno empieza a vivir como si fuera el personaje único de un cuadro. Una pieza con muros desvaidos y como apretados sobre su centro, concentrada en torno del hombre que piensa, sentado ante la mesa iluminada por la lámpara. Durante su larga vida, la mesa ha recibido mil variantes, pero conserva su unidad, su vida central. Ahora es una imagen en la que se funden los recuerdos y los sueños. El soñador se concentra en ella para recordar al hombre que trabaja. Se reconforta, y añora las pequeñas piezas en que trabajó, en las que tuvo la energía para trabajar bien. El verdadero espacio de trabajo es, en una habitación pequeña, el círculo iluminado por la lámpara.".
Gaston Bachelard, La llama de una vela
Gaston Bachelard, La llama de una vela
martes, 13 de julio de 2010
MESA DE TRABAJO
"En un fragmento de Crepúsculo de los ídolos", Nietzsche se burlaba de Flaubert por haber sostenido que sólo se podía pensar y escribir sentado. "Con esto esto -exclamaba- te tengo, nihilista! La carne del trasero es cabalmente pecado contra el espíritu santo. Solo tienen valor los pensamientos caminados". Es posible, en efecto, que parte importante de los pensamientos de Nietzsche los haya pensado mientras caminaba por las alturas de Sils-María, pero, sin duda, todos ellos fueron escritos por el genial mostachudo sentado frente a una mesa, en algunos de esos cuartos que él llamaba "caverna"...
Martín Cerda, La palabra quebrada
Martín Cerda, La palabra quebrada
martes, 6 de julio de 2010
EN EL DÍA DEL MAESTRO
Uno siempre recuerda a las personas de quienes aprendimos algo más aún si ese aprendizaje se forjó en el tiempo generando así un afecto imperecedero hacia esa persona que supo transmitir un saber. Recuerdo así mi temporada como estudiante de literatura en la Universidad de San Agustín, eran los últimos años de la década del ochenta. A diferencia del resto del país, en Arequipa no se vivía el clima de violencia que había en otras partes, mucho menos en la universidad, al contrario yo percibía un florecimiento en el área de la cultura y las artes. Mi escuela no escapaba a ello, las actividades literarias eran frecuentes y se extendían a fuera de los claustros.
En todo ese clima, Willard Díaz, mi profesor de entonces, desempeñó un papel muy importante en el despertar literario de muchos jóvenes que concurríamos a sus clases. Descubrió el talento de unos y encaminó el de otros. Sus consejos oportunos sobre los libros a leer, sus comentarios en torno a nuestros escritos, su impulso a la concreción de talleres literarios y publicación de revistas, etc., hizo que esos años fueran muy productivos e intensamente vividos. Ese espíritu motivador que siempre lo ha caracterizado con el tiempo se ha plasmado en importantes publicaciones como su libro de cuentos "Diario del retorno", sus dos volúmenes "Técnicas del cuento" y el manual "El ensayo. Estructura y propósito"; además de sus trabajos publicados en la revista Apóstrofe que dirige hace muchos años.
Precisamente, en su último libro sobre el ensayo, Willard Díaz anota en la presentación que "quisiera que este libro se sume a lo mejor del espíritu agustino, a ese corazón imbatible que alienta el ideal de una academia seria y fecunda, al servicio de Arequipa". Sin duda, no solo ese libro se suma a ello, sino toda su labor realizada a lo largo de todo este tiempo dentro y fuera de los claustros universitarios.
En todo ese clima, Willard Díaz, mi profesor de entonces, desempeñó un papel muy importante en el despertar literario de muchos jóvenes que concurríamos a sus clases. Descubrió el talento de unos y encaminó el de otros. Sus consejos oportunos sobre los libros a leer, sus comentarios en torno a nuestros escritos, su impulso a la concreción de talleres literarios y publicación de revistas, etc., hizo que esos años fueran muy productivos e intensamente vividos. Ese espíritu motivador que siempre lo ha caracterizado con el tiempo se ha plasmado en importantes publicaciones como su libro de cuentos "Diario del retorno", sus dos volúmenes "Técnicas del cuento" y el manual "El ensayo. Estructura y propósito"; además de sus trabajos publicados en la revista Apóstrofe que dirige hace muchos años.
Precisamente, en su último libro sobre el ensayo, Willard Díaz anota en la presentación que "quisiera que este libro se sume a lo mejor del espíritu agustino, a ese corazón imbatible que alienta el ideal de una academia seria y fecunda, al servicio de Arequipa". Sin duda, no solo ese libro se suma a ello, sino toda su labor realizada a lo largo de todo este tiempo dentro y fuera de los claustros universitarios.
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