miércoles, 8 de agosto de 2012

LA ERA DE LA CULTURA

Ayer asumió el cargo como nueva Directora Regional de Cultura, la flamante abogada, escritora y gestora cultural, Julia Barreda. En presencia de autoridades y amigos se comprometió a luchar por la defensa de nuestro patrimonio cultural y promover una política cultural aún inexistente en nuestra región. Además resaltó las acciones individuales que vienen realizando diversos artistas  y agentes, e hizo un llamado para unir sinergias en favor de un trabajo coordinado por la cultura en Arequipa.
Las condiciones en las que asume el cargo no son sencillas, ya que tiene que enfrentar varios procesos judiciales pendientes  que tienen que ver con la defensa de nuestro patrimonio; el más importante, sin duda, es la querella que el Ministerio de Cultura, a través de la Dirección, mantiene con la Municipalidad Provincial de Arequipa, por la construcción del mal llamado Palacio de Bellas Artes (ex Patio Puno) y la remodelación del balnerario de Tingo. En nombre de la modernidad y el progreso, la Municipalidad le ha quitado la estética a dos lugares representativos de la historia de nuestra ciudad.
Ójala en Arequipa  no se esté iniciando un proceso  de metamorfosis hacia la fealdad, como el escritor Antonio Muñoz Molina veía en las ciudades españolas en un artículo titulado "La era de la fealdad",  en el cual sostenía: "Lo que se ve, además, es que en todos estos años, sin que nos diéramos mucha cuenta, nos ha ido rodeando e invadiendo un océano de fealdad, un océano que ocupa desde los paisajes que parecían más deshabitados o remotos hasta el corazón de las ciudades. Es una fealdad pública y también privada; una fealdad a escalas inmensas y en tamaños reducidos y no por eso menos viles". Ójala la Municipalidad no termine convirtiendo a Arequipa en una ciudad horrible, como Salazar Bondy llamó a Lima; ójala la Municipalidad acate las normas que defienden nuestro patrimonio, y esto no significa que respaldamos la imagen de Arequipa como una arcadia colonial, sino que el respeto a las leyes es la mejor expresión de cultura que puede tener un pueblo.
En ese sentido, la designación de Julia Barreda resulta muy oportuna para esta difícil, pero no imposible tarea de convertir a Arequipa en una ciudad de la cultura por excelencia. Hay ejemplos sorprendentes, como Medellín, que de ser considerada en la década del noventa como la ciudad más violenta del mundo, pasó a ser una ciudad en la que hoy se respira convivencia pacífica gracias al importante rol que la cultura jugó en su transformación y en la que estuvieron involucrados tanto las autoridades, la comunidad, los artistas y los agentes culturales. Eso necesita Arequipa, una acción conjunta para poner a la cultura en el lugar que se merece, y Julia Barreda es la persona indicada para liderar esta titánica empresa. No en vano se nace al pie de un volcán como nuestro Premio Nobel de Literatura.

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