Y ahí frente al abismo edificaron la muralla y me hicieron prisionera. Abajo el mar bullía intermitente. Las olas se estrellaban furiosas contra los muros como mis brazos contra mi celda. El mar era mi aliado. Venía a rescatarme. Al amanecer sentí sus aguas atravesando la muralla. Cubrió mi cuerpo y me llevó por pasajes secretos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario